Uno de los principales bloqueos que encuentro en muchas personas tiene que ver con el temor a equivocarse, a expresarse mal, a cometer errores gramaticales, de pronunciación, de vocabulario. Como demuestran las teorías sobre la adquisición de lenguas, cometer errores es un proceso fundamental en tu aprendizaje.
Para entenderlo bien, es necesario que te cuente un poco de historia sobre las teorías de adquisición del lenguaje.
Las teorías sobre la adquisición del lenguaje.
Sin embargo, esta teoría fue cuestionada pues algunos de los errores que cometen los niños al hablar demuestran que no solo están imitando, sino que hacen algo más. Por ejemplo, los niños que adquieren el inglés como lengua materna presentan errores comunes al formar el pasado de los verbos y nombres irregulares, haciéndolos regulares: dicen "bringed" en lugar de "brought", y "sheeps" en lugar de "sheep", por poner algunos ejemplos.
Lo mismo ocurre con los niños que aprenden español como lengua materna: "cabo" en lugar de "quepo", "sabo" en lugar de "sé", o, como decía mi hija de pequeña, "arrestaciones" en lugar de "arrestos".
Es decir, los seres humanos no solo imitamos, sino que también creamos reglas propias en nuestro proceso de aprendizaje del idioma.
De este modo surge la teoría mentalista, según la cual el factor más importante para la adquisición de lenguas es la capacidad innata del ser humano. A esta facultad el gran lingüista Noam Chomsky la denominó “Dispositivo de Adquisición del Lenguaje” o LAD por su sigla en inglés (Language Acquisition Device). Según Chomsky, el conocimiento que el niño tiene de su lengua materna deriva de una especie de “Gramática Universal”, formada por una serie de principios abstractos que comprenden el conocimiento innato del idioma y que nos guían en el proceso de su adquisición.
En definitiva, según esta teoría, desarrollamos nuestra lengua materna probando hipótesis que vamos creando gracias en gran medida a un conocimiento innato gramatical (la “Gramática Universal”).
Aprendiendo segundas lenguas. El concepto de “Interlengua”.
El término Interlengua fue acuñado por Larry Selinker en 1972 y es esencial para comprender el proceso de adquisición de segundas lenguas. Siguiendo las propuestas de la teoría mentalista, Selinker considera que los estudiantes de una segunda lengua también construyen su propio sistema lingüístico, sus propias reglas. Estas reglas son distintas de las de su lengua materna y de las del segundo idioma.
¿Qué quiere decir lo anterior? Que el estudiante de una segunda lengua tampoco se limita a copiar o imitar el idioma del nativo, sino que crea su propio sistema lingüístico completamente único, al que Selinker denominó Interlengua.
La Interlengua va evolucionando a lo largo del proceso de aprendizaje, por lo que no hay una sola interlengua, sino varias, creadas a partir de las estrategias que desarrollamos.
Y aquí viene lo bueno:
¡Estas estrategias son fuente de muchos errores!
Entender que los errores son una forma de desarrollar la Interlengua es fundamental para percibirlos como un paso necesario y natural en la adquisición de segundas lenguas.
Un abanico de errores.
Encontramos diferentes tipos de errores:
Podemos cometer omisiones cuando simplificamos el idioma. Ocurren cuando aprendemos nuestra lengua materna y segundas lenguas.
Encontramos errores por sobregeneralización. Se producen cuando recurrimos a reglas conocidas de la lengua que estamos aprendiendo. Este es el caso cuando aplicamos en inglés la “-s” plural en nombres irregulares o la terminación “-ed” para el pasado en verbos que son irregulares. También ocurren en el aprendizaje de la lengua materna y segundas lenguas.
También son frecuentes los errores por transferencia: cuando recurrimos a los conocimientos de nuestra lengua materna al hablar en la segunda lengua. Esta estrategia puede darnos resultados no acertados si la regla a la que recurrimos es diferente de la del segundo idioma.
Todos estos errores son, por tanto, parte natural del proceso de adquisición del idioma y nos ayudan a ir creando nuestras “Interlenguas”. No son un signo de que seamos “torpes” o “inútiles”, como a veces pensamos (con todas las connotaciones tan negativas que este tipo de pensamientos tienen para nuestro aprendizaje y nuestra autoestima).
¡Da la bienvenida al error!
¿Piensas que un niño podría aprender su lengua materna sin cometer errores?
Como ves, no hay que tener miedo a los errores. Por el contrario, puedes hasta sentirte satisfecho si los cometes, porque hacerlo te permitirá ir probando tus hipótesis, para ir afinándolas poco a poco, a medida que vas avanzando en la adquisición del idioma.
Por tanto, que tus errores no te corten a la hora de comunicarte en inglés. ¡Acéptalos como parte natural y lógica del proceso!
Hola, que interesante artículo, primera vez en tanto tiempo que llevo estudiando inglés que leo lo importante que es asumir las equivocaciones en el aprendizaje de otro idioma, me ha rondado en la cabeza los recuerdos de "así no es, así no se dice", entre otros comentarios que te hacen avergonzar. Gracias, a partir de ahora tendré una conciencia mentalista y no conductista, buena esa.
¡Me alegro de que haya gustado, Mª José! Para mi también fue muy revelador; este enfoque es mucho más potenciador del aprendizaje, ¿no crees? ¡Un saludo!
Qué interesante, Ana. Es asombroso cómo los niños que están aprendiendo a hablar sacan conclusiones gramaticales de lo que oyen y las aplican. Y claro, no siempre funcionan. Es verdad, hay que atreverse a cometer errores: será señal de que estamos aprendiendo. ¡Gracias!
Así es, Almudena. Y qué fascinante la idea de esa "Gramática Universal" inherente al ser humano. Seguro que con los avances de la neurociencia cada vez iremos conociendo más aspectos sobre lenguaje y cerebro.
Gran artículo!!
Como profesora de idiomas que soy he podido comprobar que el temor al error es uno de los grandes problemas de los estudiantes. Muchas gracias por explicarlo con tanta claridad.
¡Gracias, Susana!